Se trata de Adán Ramírez, de tan solo 23 años. Desarrolló un biopanel solar inteligente hecho con algas capaz de generar energía, producir oxígeno y capturar CO2.
Energía, Oxígeno y biomasa. Un biopanel solar.
El biopanel se caracteriza por su forma triangular verde y un marco metálico gris. Al interior, se compone de microalgas, las cuales ayudan a generar oxígeno y energía mientras absorben dióxido de carbono. Este proceso se logra gracias a la fotosíntesis, un proceso esencial en la naturaleza.
Gracias a su geometría triangular, es capaz de formar una gran cantidad de figuras y formas. Además, al ser un verde traslúcido por las microalgas, se pueden instalar como ventanas, tragaluces u otras obras decorativas.
“[…] La microalga es un ser vivo y tiene un ciclo de vida. Cuando llega al final de su vida se convierte en biomasa que podemos drenar del biopanel y reutilizarlo como fertilizante” – añadió Adán Ramírez, al explicar que el biopanel es capaz de generar energía, oxígeno, capturar CO2 y generar biomasa.
GREEN Fluidics. StartUp innovador
Lo que surgió como una idea en la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México junto con tres compañeros, y con ayuda del profesor Miguel Mayorga, se convirtió en una empresa consolidada, GREEN Fluidics, el cual comercializan a nivel internacional.
Adán comenta que comercializar en México ha sido difícil, pero gracias a los concursos internacionales, GREEN Fluidics ha logrado presentarse en países como Alemania, Rusia, Honk Kong, Canadá y Colombia.
“Que una institución como el MIT te avale como un proyecto innovador nos ha ayudado bastante a superar estos retos”, mencionó el creador del biopanel que ya se encuentra cerrando acuerdos a nivel internacional.
Rusia, por ejemplo, tiene interés con la tecnología a nivel espacial, pues puede llevarse al espacio para generar oxígeno. Del mismo modo, la Agencia Espacial Mexicana también se encuentra interesada.
Debido a la increíble adaptación arquitectónica del biopanel, es posible usarlo en viviendas. Con esto, permite el ahorro de energía en viviendas. Así mismo, disminuye los llamados “recibos locos“, volviéndolos en una buena inversión para las familias.